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jueves, 24 de julio de 2014

Pan sin amasar




En más de una ocasión seguro que has pensado en hacer pan en casa. Aunque los ingredientes son bien sencillos, es cierto que la elaboración requiere de tiempo, paciencia y algo de pericia. Por este motivo siempre se me quitan las ganas de hacer este preciado alimento.
Hace algún tiempo había oído hablar de una forma de hacer pan que no necesitaba amasar, pero desconocía la receta y de donde venía. Hasta que descubrí su nombre: “Hogaza o pan Doris Grant”. El “invento” del pan sin amasar se atribuye a Doris Margaret Louise Grant (1905-2003), esta nutricionista descubrió por casualidad que se podía hacer pan sin amasar. Así llevó a esta escocesa a promover la práctica en tiempos de guerra, con la intención de que las mujeres no renunciaran, a tener una buena ración de este tradicional alimento de una forma rápida y económica.
Hay que decir que ella lo elaboró con harina integral y melaza, además de un tipo de sal pura llamada llama kosher.


                                                                                                                                                                   


Bien, la receta que os traigo está un poco cambiada de la original, pero seguro que la disfrutarás de lo lindo.
Aquí tenéis el video y más abajo la receta y elaboración completa.
Empecemos por los ingredientes:

250 gramos de harina de fuerza
250 gramos de harina integral
1 cucharita de sal
10 gramos de levadura fresca
1 y ½ cucharada sopera de miel
300 cl de agua tibia (aprox.)

La elaboración es entretenida y bien sencilla, ya veréis:

Primero cogemos un bol amplio y de cierta profundidad, por ejemplo uno de cristal. Echamos la harina de fuerza previamente tamizada, si no se tiene un tamiz, se puede utilizar un colador normal. Luego hacemos lo mismo con la harina integral, añadimos la sal y se mezcla todo muy bien con una espátula. Después añadimos el agua con la levadura bien disuelta.
Yo incluso añado al agua tibia la miel, de este modo queda todo bien disuelto y es más fácil mezclar la masa. Añadimos el líquido elemento a nuestro recipiente con el resto de los ingredientes y nos disponemos a mezclarlo todo muy bien.

Veréis que se hace una masa pegajosa y compacta, pues bien, la sacamos del bol y en la encimera de la cocina cubierta con un poco de harina, para evitar que se pegue, nos disponemos a seguir mezclando con las manos, la masa del pan. Es rápido, no hace falta mucho para darse cuenta que está bien mezclada. Os recuerdo que no hay que amasar, solo mezclar.

Pues ya tenemos la masa, ahora solo queda hacer una bola aplanada como las típicas hogazas de pan y esperar a que crezca aproximadamente el doble de su tamaño. También se puede introducir en un molde de los de pudin, yo prefiero dejarla tal cual.
Para hacer que crezca hay que dejar la masa reposar en un lugar cálido, encima de la misma placa de horno y cubierta con papel film, embadurnado de un poquito de aceite, para que este no se pegue a la masa. Por ejemplo cerca de un radiador o en frente del horno encendido puede ser un buen lugar. Dependiendo del calor que reciba puede llegar a tardar hasta dos horas. Yo lo dejo justo en frente del horno, por donde sale el aire caliente, y en 45 o 50 minutos está listo para cocer. Pero antes quitamos el plástico que la cubre, le damos unos ligeros cortes por la parte superior y rociamos con leche entera.

El tiempo de cocción es de 40 minutos a unos 180º Centígrados, previo calentamiento del horno claro. Veréis que toma un bonito tono tostado por encima. ¿No empiezas a olerlo?

Imagínate desayunando una rodaja de este delicioso pan, tostado con mantequilla y unas finas lonchas de salmón marinado, acompañado de un buen zumo de naranja recién exprimido y tu café favorito. Delicioso.

¡Que lo disfrutéis!

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