De acuerdo a publicaciones especializadas indican que esta deliciosa fruta es originaria de China, y ha sido cultivado desde hace 3 mil años antes de Cristo, su nombre en latín Prunus relativo a Persia, hace referencia a la ruta entre ambas regiones, y de aquí se estima se extendió su cultivo y consumo a Europa.
El melocotón pertenece a la familia de las rosáceas, es el fruto del árbol llamado melocotonero que llega a medir alrededor de 6 metros en promedio. Existe una amplia gama de variedades, se les clasifica generalmente según la consistencia de su pulpa:Los de pulpa blanda: La carne es blanda y no está pegada al hueso, y Los de pulpa dura: la carne es algo dura y esta pegada al hueso.
El melocotón es rico en vitaminas entre las que se encuentran la: A, C, B1, B2, B6, B9 o ácido fólico, E y K, así como en minerales como azufre, calcio, cobre, fósforo, hierro, magnesio, manganeso, potasio y zinc; además de fibra dietética aporta nutrientes como el Beta-caroteno, adicionalmente se estima contiene los cuatro grandes grupos fenólicos, como la antocianinas, ácidos clorogénicos, quercetina y catequinas, las cuales en conjunto podrían ayudar a combatir cierto tipo de enfermedades relacionadas con el metabolismo.
Dentro de los principales beneficios asociados con el consumo regular de esta fruta se encuentran los siguientes:
1.- Ayuda a regular algunos problemas asociados con el estreñimiento.
2.- Refuerza el sistema inmunológico del organismo
3.- Podría ayudar a controlar ciertos problemas asociados con algunos tipos de diabetes.
4.- Estudios recientes indican que el melocotón al igual que otras frutas de hueso, tienen compuestos bioactivos
y fenólicos con propiedades anti-obesidad y anti-inflamatorias, propiedades que también podrían en algunos casos reducir el colesterol malo, asociado con cierto tipo de enfermedades cardiovasculares.
5.- El melocotón es considerado por los especialistas como una excelente fuente antioxidante por su contenido en vitamina C, por lo que se estima que su consumo regular podria ayudar a combatir la formación de radicales libres dañinos que pudieran producir algunas enfermedades degenerativas.
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