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martes, 13 de enero de 2015

Mi perro no quiere comer

“Mi perro no quiere comer” es una de las preocupaciones sobre alimentación que más quitan el sueño a los propietarios, que ven como sus perros de un día para otro dejan de comer, se vuelven inapetentes, y van adelgazando con el paso de los días.

Las causas pueden ser muy variadas, y ante las primeras advertencias de inapetencia es recomendable visitar al veterinario para que haga un buen chequeo y descarte cualquier enfermedad.

La inapetencia por comer, o lo que es lo mismo, no querer comer, se llama anorexia, y al contrario que pasa con los seres humanos en la que la anorexia es una enfermedad psíquica, la anorexia en perros es una enfermedad física, así que debemos buscar el problema en una causa física. Las causas de la anorexia en perros pueden ser:
  • Un golpe en la cabeza: si el perro ha sufrido un golpe en la cabeza puede que haya sufrido un daño neuronal, en concreto en la zona del cerebro que se encarga de comunicar al cerebro la necesidad de comer cuando hace falta.
  • Obstrucción intestinal: el veterinario podrá chequear si la pérdida de apetito se debe a que el perro ingirió un objeto o alimento que se le haya quedado obstruido en el estómago o en los intestinos y le produzca esa falta de hambre.
  • Vejez: cuando el perro llega a la tercera edad, su sistema olfativo, del gusto, digestivo así como la actividad física aminora, por lo que la ingesta de comida se hace cada vez más dura.
  • Estrés: el estrés debido al miedo, a la falta de ejercicio, etc. puede provocar en el perro la falta de apetito, así que intenta mantener a tu perro en una estado de equilibrio emocional óptimo para evitar que pierda el hambre.
  • Medicamentos: ¿está tomando tu perro algún medicamento? La ingesta de fármacos puede provocar una pérdida de apetito importante.
  • Otras: problemas hormonales, heridas, gastritis puntuales, etc.

De una forma u otra, una falta de apetito siempre debe ser chequeada por un veterinario, para que pueda dar con la verdadera causa del problema y recomendar el tratamiento adecuado.

La falta de apetito puede desarrollar efectos tan perniciosos como una bajada en el sistema inmunológico del perro que impida que pueda luchar contra enfermedades cotidianas, un debilitamiento de las funciones orgánicas que pueden llevar a fallos internos, etc. hasta llegar a un colapso multiorgánico que le lleve a la muerte. Por eso, nunca esperes a que el perro vuelva a tener apetito, acude siempre al veterinario para evitar males mayores.

Para evitar esta pérdida de apetito es fundamental que respetes la rutina en los horarios para las comidas, no darle de comer entre horas, al mínimo signo de aburrimiento por comer siempre la misma comida alternarla con alimentos sabrosos, por ejemplo, alimento seco con trozos de pechuga de pollo, con trozos de huevo duro, etc., no sucumbir a sus caprichos, no acostumbrarle a darle de comer con la mano, etc.

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