Para encontrar este equilibrio no necesitas vivir en una playa, solo aplica estos pequeños cambios en tu rutina y la energía fluirá en el camino correcto.
Levántate más temprano
Cuando sea tiempo de despertar, toma un momento para ponerte boca abajo y dejar que el peso de tu cuerpo caiga sobre tu cama, quédate así unos minutos y luego ponte sobre tu costado. Frota vigorosamente tus manos y luego colócalas en tu cara, siente el calor de tu ser.
Agradece
Toma unos momentos para agradecer tu salud y la de los tuyos, todo lo que tienes el día de hoy. Haz esto antes de levantarte.
Bebe agua tibia
Solos unos sorbitos. Esto ayudará a tu sistema digestivo a estar más sano. Solo debes beber 1 o 2 tazas en ayuna, muy despacio.
Toma un baño con atención y conciencia
El agua limpia. Esta se lleva lo que ya no queremos. Siéntela y escúchala correr por tu cuerpo llevándose todo lo malo. Disfrútalo.
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