Descontrol, ira, persecución, celos, desconfianza… En una palabra: obsesión. A veces el amor deja de tener sentido y se convierte en una enfermedad.
¿Estás obsesionada con tu relación de pareja?
-Cada vez que te separas de él te vuelves loca y tu única preocupación es espiarle. Sólo te calmas cuando regresa a tu lado.
-Cuando queda con sus amigos le sometes a un interrogatorio para saber cómo, cuándo, dónde y por qué.
-Tu miedo a perderle es irracional y te lleva a tomar conductas agresivas que nada tienen que ver con el amor. Cuando actúas así te sientes mal contigo misma.
-Esperas el momento preciso para robarle el móvil y comprobar todos sus mensajes y galería de imágenes. De hecho, lo haces bastante a menudo.
-Él es tu única prioridad y no te interesan otros planes que no sea estar con él. Sientes que estás dejando a tu familia/amigos de lado y mantenerle contigo es tu único objetivo.
-No te permites iniciar nuevas relaciones y estás abandonando tus hobbies. Si para colmo también te estás descuidando físicamente… tienes un serio problema.
-Sientes odio, culpa, ira, pérdida de autoestima y desolación. Es el momento de parar esta enfermedad y acudir a alguien para que te ayude a superar esta etapa. Es importante la ayuda de los profesionales, si no tenderás a repetir los mismos patrones en todas tus relaciones.
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