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martes, 14 de abril de 2015

¿Tienes adicción afectiva?

¿Sientes que la preocupación te embarga cuando no sabes nada de la persona que amas?,
o ¿sólo te sientes seguro cuando esa persona está a tu lado? Tal vez tengas adicción afectiva.





De acuerdo con la escritora Brenda Schaeffer, la adicción incluye tres elementos básicos que son la obsesión, la sensación de estar fuera de control y seguir en ese estado a pesar de las consecuencias físicas o negativas.


¿En qué consiste este apego?


Una persona que sufre adicción afectiva tiene los mismos síntomas que alguien que consume sustancias ilícitas, como ansiedad, angustia, miedo y pérdida de consciencia.

“La dependencia está relacionada con la seguridad de tener a alguien, aunque la compañía sea espantosa”

Las señales para identificar a un adicto afectivo es que se mantiene en una relación aunque el trato no sea bueno y la necesidad de estar con alguien crece conforme pasa el tiempo.

Además, se invierte tiempo y esfuerzo para estar con esa persona ante cualquier circunstancia; “existe una alteración en el desarrollo social, laboral y recreativa de la persona”.


¡Supérala!

Quienes están en una relación tóxica o experimentan la adicción afectiva necesitan recuperar el respeto y el amor por ellos mismos, para salir de esa situación.

“El apego corrompe, degrada, limita, cansa, desgasta y agota nuestro potencial.

“Por el contrario, la dignidad libera, el autocontrol ayuda, la autoestima engrandece, la autoeficacia nos vuelve atrevidos, y el realismo afectivo, por más crudo que sea, enseña a perder. Mal de amores o salud afectiva: la elección es nuestra”

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