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lunes, 6 de octubre de 2014

El frio como aliado para la recuperación muscular

La utilización del frio para el tratamiento de lesiones y recuperación muscular se denomina Crioterapia.

El frío aplicado localmente produce vasoconstricción en la zona de aplicación y adyacentes, es decir, disminuye el calibre de los vasos sanguíneos.

La repercusión que tiene en la zona de aplicación es que disminuye el aporte de sangre a los tejidos.


Los efectos:
  • Antiinflamatorio: Al disminuir el flujo de sangre a la zona disminuye también el proceso inflamatorio ya iniciado, sobre todo si es de reciente aparición.
  • Anestésico local: Disminuye el dolor al amortiguar la sensibilidad al tacto y al dolor.
  • Antihemorrágico: Al disminuir el flujo de sangre a la zona.
  • Antitérmico: Desciende la temperatura corporal localmente.
  • Tonifica la musculatura.
  • Es un estimulante general para el organismo.
Como aplicarlo

  • La aplicación local de frío produce efectos beneficiosos para el organismo pero, si se aplica de forma continua sobre una zona, puede producir vasodilatación a nivel general. Esta es una de las causas por la que las aplicaciones locales de frío se realizan de una manera breve siguiendo una pauta en el tiempo.
  • Evitar el contacto directo del frio en la piel envolviendo una toalla húmeda sobre la bolsa de hielo o gel frio para enviar un enfriamiento rápido.
  • En la mayoría de las ocasiones, la aplicación será de unos 30 minutos aproximadamente y se hará de forma intermitente (cada 1-2 horas) para evitar posibles quemaduras por frío, dolor o parálisis nerviosas.
Recuperador muscular

La disminución de la temperatura en los tejidos va a tener efectos circulatorios, sobre el metabolismo, sobre el dolor, efectos neurológicos y neuromusculares y efectos sobre el espasmo muscular.

Los tratamientos más comunes son

  • Masaje con frio
Se realiza a través de un gel, que se aplica con movimientos de vaivén, circular o longitudinal, paralelo a las fibras del músculo. El paciente irá sintiendo frío, luego pinchazos, sensación de quemadura y, por último, entumecimiento. El proceso dura aproximadamente 5-10 minutos, consiguiéndose sobre todo analgesia e hipertermia. Así, es aconsejable cuando se trata de adormecer una zona antes de realizar un estiramiento.

  • Inmersión en agua con hielo
Es la forma más intensa de aplicación de frío. Se utiliza un recipiente lleno de agua y hielo donde se sumerge la parte de cuerpo a tratar que suele ser el pie, el tobillo, la muñeca, la mano, el antebrazo o el codo. Algunos profesionales utilizan el agua a 2-4°C, mientas que otros la prefieren a 10-15°, sobre todo cuando hay que enfriar una zona grande como la lumbar. Esta técnica permite la aplicación de criocinética, es decir la parte lesionada puede realizar movimientos durante la inmersión. En cambio, al impedir que pueda realizarse una compresión simultánea al enfriamiento, no es muy aconsejable en primeros auxilios.

  • Crioaeroterapia o chorro de gas frío
Se hace una aplicación de nitrógeno líquido (tiene que estar a una temperatura de -175°C y una presión de 2 atmósferas) en forma de vapor, realizando un barrido lento y regular sobre la zona de forma longitudinal en los músculos largos, circular en los dolores de tipo puntiforme y de arriba abajo en los músculos cortos. El tiempo de aplicación oscilará entre 1 y 3 minutos y el número de sesiones será de 10 a 15 diarias o alternantes. Es muy común verlo en los equipos de ciclismo del World Tour. La ventaja principal es que necesita un menor tiempo de aplicación y que al ser frío seco causa una sensación más agradable.

Precauciones

Existen diversas situaciones patológicas en las cuales está contraindicada la aplicación de frío:


  • Problemas cardíacos, debido a la vasoconstricción que provoca el frío, ya que la presión arterial puede aumentar a causa de la demanda de sangre al corazón. Se podrán hacer aplicaciones locales y no muy frías evitando aplicarlas en el hombro izquierdo.
  • Hipersensibilidad al frío. Entre las formas principales de hipersensibilidad se encuentran:
  • Urticaria, que es la más frecuente y está causada por una liberación de histamina.
  • Hemoglobinuria, generalmente causada por una gran destrucción de glóbulos rojos.
  • Púrpura, es decir, se produce una hemorragia en la piel y en las mucosas.
  • Eritema. Debe sospecharse la presencia de hipersensibilidad cuando el paciente tiene una reacción emotiva anómala, como el llanto, junto con dolor o si éste no disminuye en las sesiones siguientes.
  • Deficiencias sensoriales. Cuando existe una alteración de la inervación o la respuesta circulatoria no es normal, el enfriamiento en estas zonas puede ser más intenso y profundo pudiendo causar daños.
  • Personas inestables.

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