Los niños, las mujeres embarazadas o lactantes, y los deportistas son los grupos en los que suele darse este tipo de anemia, porque requieren un aporte adicional de hierro para responder a unas necesidades específicas. Asimismo, las personas vegetarianas también pueden padecer este tipo de anemia debido a la falta de ingesta de carne, un alimento rico fundamental para el aporte de hierro, explican los expertos.
Entre sus síntomas más frecuentes destacan:
- Palidez.
- Sueño constante.
- Sensación permanente de cansancio.
- Caída abundante del cabello.
- Uñas frágiles.
- Llagas en la boca.
Aunque estos síntomas pueden alertar al médico, la mejor forma de diagnosticar esta enfermedad es realizando unanálisis clínico que determinará si es necesario o no prescribir un suplemento de hierro al paciente o si será suficiente cambiando su dieta.
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