El número 40 representa la madurez de la experiencia, la serenidad de seguir siendo joven pero con las ideas más claras todavía. Dicen que los 40 son los nuevos 30.
Te conoces mejor a ti mismo
Con 40 años, te conoces mejor a ti mismo, sabes quién eres y qué quieres. Pero también sabes con quién quieres compartir tu tiempo. Seleccionas mejor a tus amigos y compartes tiempo con aquellas personas con las que de verdad te apetece estar.
Tienes más serenidad
Las personas suelen tener una gran impaciencia a los 20 años. Sin embargo, con la perspectiva de los 40 años de edad, una etapa que bien podría ser el ecuador de la vida, se tiene otra serenidad para disfrutar de la vida con una perspectiva positiva. Aprendiendo a saborear los pequeños detalles del día a día.
El amor es más profundo
El amor es más profundo en esta etapa de la vida que en estadios anteriores. En esta etapa ya no se prioriza tanto el valor del aspecto fisico y se tiene más claro cuál es el orden de prioridades de una relación feliz. Además, las personas también han tenido una trayectoria sentimental es una buena oportunidad para aprender a amar mejor.
Mayor autoestima
El autoconocimiento también suele simbolizar mayor grado de autoestima. Y esta autoestima también aporta la capacidad de tomar decisiones más sabias en todos los ámbitos de la vida.
Menos dramatismo
Los amores se viven con un gran dramatismo en la etapa de la adolescencia y primeros años de juventud. Por suerte, con los años, gracias a esa serenidad que aporta la experiencia, cualquier persona también aprende a poner las cosas en su contexto para relativizar las situaciones y restar dramatismo.
Con 40 años, te conoces mejor a ti mismo, sabes quién eres y qué quieres. Pero también sabes con quién quieres compartir tu tiempo. Seleccionas mejor a tus amigos y compartes tiempo con aquellas personas con las que de verdad te apetece estar.
Tienes más serenidad
Las personas suelen tener una gran impaciencia a los 20 años. Sin embargo, con la perspectiva de los 40 años de edad, una etapa que bien podría ser el ecuador de la vida, se tiene otra serenidad para disfrutar de la vida con una perspectiva positiva. Aprendiendo a saborear los pequeños detalles del día a día.
El amor es más profundo
El amor es más profundo en esta etapa de la vida que en estadios anteriores. En esta etapa ya no se prioriza tanto el valor del aspecto fisico y se tiene más claro cuál es el orden de prioridades de una relación feliz. Además, las personas también han tenido una trayectoria sentimental es una buena oportunidad para aprender a amar mejor.
Mayor autoestima
El autoconocimiento también suele simbolizar mayor grado de autoestima. Y esta autoestima también aporta la capacidad de tomar decisiones más sabias en todos los ámbitos de la vida.
Menos dramatismo
Los amores se viven con un gran dramatismo en la etapa de la adolescencia y primeros años de juventud. Por suerte, con los años, gracias a esa serenidad que aporta la experiencia, cualquier persona también aprende a poner las cosas en su contexto para relativizar las situaciones y restar dramatismo.
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