La investigación realizada por la sexóloga Tracey Cox, se aplicó a un gran número de mujeres británicas, de las cuales un 75% prefieren a hombres con “guatita” y apenas un 25% se inclinó por varones trabajados físicamente.
Al parecer, quienes se mantienen más alejados del gimnasio prestan más atención y cuidado en sus relaciones, lo que no sucede en los hombres que se preocupan de mantenerse en forma, aunque esto no quita que de vez en cuando las mujeres se deleiten mirando un cuerpo masculino bien tonificado.
Seguro la realidad de las féminas británicas no se aleja mucho de lo que viven las chilenas. Basta con pasearse un rato por la ciudad para ver cuántas rubias y morenas espectaculares optan por un pololo con avanzada flacidez.
Pero la sexóloga va más allá, y asegura que el motivo más recurrente de esto es porque muchas de éstas mujeres están inseguras de su cuerpo y les preocupa no cumplir con las expectativas de un hombre en forma.
Un 74% de ellas dijo en el sondeo que “se sentiría cohibida de sacarse la ropa delante de un hombre perfectamente tonificado”.
Por otro lado, los hombres con mayor peso no permiten que la grasa de más afecte su deseo sexual y, según la investigación, las mujeres suelen ser juzgadas por su apariencia física mucho más que los hombres.
“Las mujeres ponen condiciones en el sexo debido al peso. No lo haré sin ropa o sólo con las luces apagadas”, aseguró Cox.
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