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martes, 9 de septiembre de 2014

¿Quién paga mis gastos?

Cuando uno trabaja y produce dinero está conectado con el mundo cotidiano, operativo, material, de una forma más directa (emocional, intelectual, más todo).

No sólo sabes cuántas horas de trabajo se requieren para producir los X pesos que te gastas en una buena camisa, o en una sola borrachera con tus amig@s, o en la colegiatura, sino que además te RESPONSABILIZAS de un modo más contundente y práctico sobre tu economía, sobre los gastos que tienes, sobre lo que es vivir en un planeta donde las cosas básicas de la vida material cuestan. Pareciera que una cosa no tiene que
ver con la otra, pero sí hay una relación inmediata entre tu capacidad para producir dinero y ser independiente económicamente y la valoración (“la creencia que tienes sobre lo”) que haces de tu propia vida en otros ámbitos que no son el económico. Incluso afecta el cómo ves a los otros y el juicio que haces sobre cómo ellos o ellas viven sus respectivas vidas.

El área profesional (oficio, trabajo, empleo, carrera, etc.) de una persona es un espacio dinámico de acciones periódicas que imprimen un sentido a la vida, uno muy fuerte. No es el único ni es el esencial, pero sí es uno fundacional, que sienta bases desde la cuales PUEDES ACTUAR, y donde evalúas tu desempeño en la vida en general, y también lo que sientes, piensas y sueñas en ella. Dicha área te da chance para crear un mundo tuyo donde desarrollarte, crecer, validarte a ti mism@ como persona, en fin, te permite ser más inteligente.

La inteligencia es la capacidad de ser creativ@ y asertiv@ para resolver los conflictos que se te presenten día con día.

Por ello, tu empleo te da herramientas técnicas y emocionales nuevas y te permite probar las que ya tienes y saber si sirven, si son prácticas, deficientes, o si gastas mucho esfuerzo (energía) en algo o no decides gastarlo. Es un escenario de aprendizaje individual, que no depende de tu familia, ni de tu pareja, sino de ti mism@. La independencia económica es una parte de tu quehacer individual, es consecuencia y causa del desarrollo integral de tu persona, como ente separado, conciso, con tus propias cualidades y habilidades. Repito no es lo que tú eres, pero sí es parte de la forma en cómo te adaptas a vivir en este mundo material.

¿Qué sucede cuando otra persona paga tus gastos? Te desvinculas del mundo

Dejas de sacar la operación básica de 5 horas nalga (sentado frente al escritorio) producen 200 pesos, o la cantidad que sea. Sí, es cierto, puedes saber –por ejemplo– cuánto cuesta un kilo de jitomates y saber dónde lo venden más barato, pero no sabes cuánto cuesta producir lo que has pagado por ese mismo kilo. Cuánto cuesta en horas de trabajo. Puedes saber que a tus padres les cuesta la colegiatura pero como no eres tú quien trabaja para pagarlo, por ende, no le das el valor suficiente a ese dinero que otros depositan en la cuenta del banco de tu colegio. No es que uno sea mal@ o desagradecid@, insensible o quién sabe qué otro adjetivo, sino que simplemente así sucede, es un hecho y ya, no puedes saberlo ni vivirlo intensamente (y a cabalidad) porque tú no trabajaste para obtener ese dinero. No puedes saber CONCRETAMENTE lo que un ser humano hizo o hace todos los días para generar esa cantidad de $$, lo que hizo para transformar horas de trabajo en dinero constante y sonante.

El ser humano es un misterio, NUNCA dejará de serlo, pero lo que sí está ya muy comprendido Y COMPROBADO es que las experiencias son propias, por más que otro te diga, te explica o te relate lo que es trabajar 5 horas, no lo entenderás hasta que tú trabajes 5 horas. ¿Eso qué implica? Que la valoración (el juicio) que haces sobre esas 5 horas de trabajo no llega hasta sus últimas consecuencias (no hay un entendimiento propio, real, puntual y práctico) porque tú no las estás trabajando.

Por otro lado, la persona que sí las está trabajando ve la vida y lo que él o ella hacen para producir ESE dinero de diferente manera que tú. Así comienzan los malos entendidos y tú lo que quieres es una VIDA MÁS SENCILLA. Tú, aunque te parezca que sí, no puedes entender la dimensión de lo que el otro te relata sobre sus horas de trabajo, no puedes efectivamente hacerlo, aun si tratas de ser muy empátic@ con lo que él o ella sienten y dicen. Por ende, no valoras su trabajo como él o ella lo hace, lo valoras de un modo distinto, poco aterrizado en el mundo material. Hasta podría parecerte que NO es un asunto tan delicado gastarse mil pesos en un jeans, ¿cuál es el problema? le dices bajito a tu almohada.

¿Qué sucede cuando otra persona paga tus gastos? Te colocas en una posición de dependencia

Los humanos no somos particularmente malos o buenos, tratamos de hacer lo mejor que podemos con lo que pensamos y creemos sobre las cosas que hacemos y tenemos. El dinero, la cantidad que tienes en tu cuenta bancaria, se reconozca o no, es un arma de poder. Te permite controlar lo que haces y tienes, te facilita realizar cosas que deseas, te da poder o te lo quita si no lo tienes. Es “un medio para”, no es un fin en sí mismo, pero sí es un medio muy real. La persona que trabaja y produce dinero se empodera, es decir, tiene “poder para”. Lo que haga con ese poder ya es un asunto muy personal, hay quienes ayudan a otros o quienes les hacen la vida imposible a otros, todo depende de las creencias que se tengan sobre cómo vivir la vida, y también –por qué no decirlo– de cuestiones morales y éticas. Pero lo que sí no puede negarse y esto es algo práctico, es que ESA PERSONA tiene más PODER que la persona que es mantenid@ por ella o él. Es un hecho en sí mismo: esa persona tiene más poder y punto.

¿Qué sucede entonces…? Quien tiene poder más temprano que tarde LO USA. Ésa es la razón por la que al dejar que otro pague tus gastos también estás aceptando la posibilidad de que algún día use el poder que le estás dando en su relación contigo. En este punto también se intercambian valoraciones recíprocamente, se producen aplicaciones de creencias y juicios a los asuntos diarios, es común que quien produce dinero se sienta más importante, más valioso, que quien no lo produce. Aclaremos algo no es que esto sea VERDADERAMENTE ASÍ, no es que él o ella sea más importante que tú porque paga tus cuentas, pero basta con que esa persona y el entorno social lo crea para que esta ley funcione para todos, funcione para ti. Dicho de otra manera, aunque no quieras estás metid@ allí en ese caldo de juicios y en algún momento te ahogarás si no produces tu propio dinero. La cantidad que sea, pero producir TU PROPIO dinero.

¿Qué sucede cuando otra persona paga tus gastos? La valoración que haces de ti mism@ se vuelve negativa
Como decíamos antes el dinero está relacionado con una actividad que se vuelve productiva desde el punto de vista material, pero también –y esto es lo más importante– se vuelve productiva en términos emocionales, sentimentales, psicológicos, de inteligencia, de auto-valoración, de capacidad para resolver conflictos.

Yo + trabajo = libertad. Yo – trabajo = dependencia. Así de fácil.

El área laboral es un escenario de actuación, allí te dejas fluir, aprendes, innovas, te reafirmas, te legitimas ante otr@s, construyes PARTE de tu identidad (PARTE DE). Si bien no es la única área donde puedes hacer todo eso, sí es un área que socialmente hablando te han enseñado que es IMPORTANTE. Como te han enseñado esa creencia es muy difícil (aunque no imposible) que puedas desprenderte del todo de las valoraciones que harás de ti mismo si no trabajas en nada, si no tienes un empleo, y tampoco si tienes un empleo NO lucrativo (que nadie te paga por hacerlo).

También será complicado (aunque no imposible) mantenerte al margen de lo que los demás opinen de ti si no trabajas. Es verdad, no hay que fijarse mucho en lo que opinen los demás, sí es cierto también, pero… acá estamos hablando de practicidad, de resolver conflictos, de hacerte la vida más fácil. Dado que vives en sociedad, con una pareja, con tus padres, eres parte de un conglomerado de gente, circunstancias y creencias, la subida que tendrías que caminar para obtener tu libertad cada vez estará más empinada si tú no eres independiente económicamente. ¿Por qué? Porque las condiciones de vida así funcionan, creo que es más complejo y tardado cambiar a toda una sociedad que cambiar tú. Por eso te sugiero trabajes y pagues tus propios gastos. Acá estamos buscando un sentido práctico de cómo manejar tus condiciones de vida diarias, exclusivamente en el mundo material que incluye el dinero, el hacer y el tener, los pensamientos, las acciones, las creencias y las emociones. La parte espiritual de tu vida (el SER) tiene que ver con cuidar tu refugio mientras te OCUPAS de tu mundo material, ya veremos más adelante cómo alimentar tu espíritu. De todas formas los humanos son un TODO UNIDO, no estamos divididos por compartimentos, por eso cuando alimentas un área las otras también se alimentan. La clave es no descuidar ninguna y mantenerse en equilibrio.

El dinero es bueno y útil = El poder es bueno y útil

Algunas personas se dan golpes de pecho cuando se habla de OBTENER DINERO por un empleo, por una actividad, un oficio o un quehacer. Como si exigir que te paguen por lo que haces fuera malo. El dinero se ha convertido también es un “símbolo de”, es una recompensa material por una actividad que requiere esfuerzo, inteligencia, habilidad, formación y muchas cosas más. Así que si yo trabajo merezco que me paguen y ya. No hay discusión sobre eso. No la hay porque el trabajo es un área de reafirmación de lo que hago, no de lo que soy, pero sí de lo que hago. Es decir, yo soy con TRABAJO O SIN ÉL, pero si yo estoy haciendo algo también es válido cobrar por ello. Es un plus, un valor agregado. El significado que se obtiene no está en el trabajo en sí mismo, ni ese trabajo es por tanto TODO mi YO, pero sí es parte de lo que hago, de lo que obtengo de lo que hago. De lo que obtengo para mí mismo y de lo que obtengo de los demás también. Además te permite hacer cosas para (y por) ti y para (y por) los demás.

Cuando todo lo que haces es GRATIS pierdes la posibilidad de convertir eso que haces en otras ganancias (y no sólo hablo de dinero) que te legitimen como persona ante ti y ante los demás. También pierdes poder, PODER PARA PRODUCIR CAMBIOS. Y hablo en términos prácticos. No quiero que se confunda, no es que las personas que no trabajan en empleos lucrativos no sean personas como tal, me refiero a que el ser humano moderno, por la creencias que ha heredado y el mundo objetivo que ha construido (SIGLO XXI, MERCANTILISTA, MATERIALISTA), le es muy complicado NO valorar a las personas a través de lo que hacen y tienen. No hablo de que esté bien o mal, sino de que simplemente así es. No estamos aquí para valorar si esa conducta está bien o mal sino para sacar provecho (individual) a una situación que ya está dada, en la que otros han dictado las directrices de cómo ESO funciona. Unas directrices para las que nadie te consultó si te parecían o no, y de la que si sacas provecho vivirás más tranquil@, en el mundo operativo en el que te tocó moverte, actuar.

Cuidar tu refugio (o sobre cómo el manipular sí es bueno)

Éste es el apartado más trascendental de esta nota.


Todo lo que afirmo aquí no tendría sentido sin un refugio personal. ¿A qué me refiero? Hablo de construir para ti TAMBIÉN, ADEMÁS, A LA PAR, un refugio de paz, de legitimación y de amabilidad independientemente del empleo y del dinero. Las condiciones de vida a las que me refiero, de las que te hablé arriba son sólo UNA PARTE DE TUS CONDICIONES DE VIDA, sólo eso, no son todo lo que tú eres ni tampoco son tu vida en sí misma. Son tu adaptación RESPONSABLE al mundo material, tu adaptación asertiva al mundo social ACTUAL, pero no son tú. Digo responsable en mayúsculas porque la adaptación también se trata de SALIR DE LA COMODIDAD, se trata de ARRIESGARSE.

La clave es ser operativo, ser práctico, ser egoísta (en el sentido de velar por tus intereses y poder hacer lo que tú deseas sin sentir culpa). El asunto es tratar REALMENTE DE PODER SER LIBRE, TENER CAPACIDAD DE DECISIÓN Y DE ADAPTACIÓN. Se trata de aplicar esas reglas en la vida del diario pero sin CREER REALMENTE CREER que tú eres una persona inferior o superior por lo que haces o no haces. Es ser asertiv@ y práctic@, y para serlo HAY QUE SER RESPONSABLE, TENER PODER. Tener un refugio es ser inteligente, y tener poder.

El refugio es tu espacio de caricias personales (TUYAS PARA TI): pintar, leer, hacer ejercicio, escribir, sembrar un árbol y verlo crecer, estudiar, no postergar lo vital… Es hacer cosas que te gusten y te llenen. Es tener independencia en tiempo y DINERO para poderlas HACER.

Sin ese refugio las reglas del mundo te tragarán, y tú lo que estás buscando es ADAPTACIÓN, NO SOBREVIVIENCIA.

Si sólo sobrevives te gastas, si te adaptas distribuyes tu energía de una forma que te permita ser operativ@ conservando tus límites personales. NO HAY DESGASTE, sino reorganización y eficiencia en el uso de tu energía.

Una cosa es la forma en que miras las cosas y determinas como crees que son, y otra cosa es la verdad de esas cosas, lo que dichas cosas son. Aquí estamos hablando de MANIPULAR la mirada (es una acción indirecta) no a las cosas. Las cosas son lo que son y van y vienen todo el tiempo. Me explico con un ejemplo. Si tú sabes que tu progenitor o pareja cree que las personas que no trabajan son holgazanas, o si te has descubierto pensando que sí lo eres porque no trabajas (una creencia falsa que descubriste que tienes, nadie es perfecto), entonces trabaja, OBTEN UN TRABAJO LUCRATIVO no para que él o ella o ellos dejen de pensar así o tú dejes de hacerlo, sino porque trabajar te empodera, te da poder PARA CREAR TU REFUGIO en el mundo de HOY y con él la practicidad de manipular la mirada de las cosas (las creencias sobre las cosas A TU FAVOR).

CON EL PODER VIENE LA RESPONSABILIDAD Y CON LA RESPONSABILIDAD OBTIENES CRECIMIENTO PERSONAL.

Es una muleta, sí, por eso hablo de manipulación, es ayudarse en la vida operativa, pero sin creerse el cuento que la sociedad y todos los que estamos en ella CONSTRUIMOS PARA ENJUICIAR. Eso es cuidar tu refugio, Y TENER PODER PARA AUTOGERENCIARLO. No confundir la mirada con la esencia de las cosas. Es aprender a manipular sin identificarse (“igualarse”, “sentir igual a”) con las cosas o personas que manipulas.

Cuidar tu refugio es aprender a separar las explicaciones y racionalizaciones que haces SOBRE la vida de lo que la vida es. Y buscar la forma en que dichas racionalizaciones TE sean útiles sin invertir un desgaste emocional en esa acción. No hay desgaste si lo que haces tiene un sentido de practicidad que tú tienes muy claro. Trabajo porque me gusta, trabajo porque me da dinero, trabajo porque me gusta comprarme mis propias cosas, trabajo porque así mi espos@ no me está chingando todo el tiempo, trabajo porque me da poder práctico en un mundo práctico, trabajo porque puedo invitar a quien se me pegue la gana al cine y pagarle su boleto, trabajo para viajar, trabajo porque me gusta comer rico afuera de casa una vez a la semana, trabajo porque… Haz todo eso -a la vez- sin que tu refugio se vea afectado. Y sobre todo hállale la vuelta a todo lo que haces para que alimente tu alma, tu refugio, sea alimento nada más, agua para la tierra de tu jardín, MÁS NO EL JARDÍN EN SÍ MISMO. El jardín eres tú.

El mundo se ha convertido en algo que tal vez no nos guste, pero tenemos que vivir en él. Hay que adaptarse al mundo material y también CUIDAR EL REFUGIO, eso te empodera y actúa por SINERGIA en tu estado de ánimo, en consecuencia adquieres PODER, trabajando en algo LUCRATIVO te empoderas. Simultáneamente desde tu refugio personal podrás cambiar el mundo porque estarás más tranquil@, porque no serás UNA PERSONA DEPENDIENTE en ningún área (en ninguna parte de ti), tendrás tu energía bien administrada y equilibrada, no estarás cansad@ por tanto sufrir y luchar contra tus emociones, y también –ALGO MUY IMPORTANTE– TENDRÁS DINERO. Dejémonos de tonterías, sin dinero no podremos cambiar el mundo.

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