¿Cómo saber si estoy sufriendo por una hernia discal en mi columna?
1. ¿Qué son?
Pero ¿qué son realmente esos discos en la columna que nos ocasionan tanto dolor y molestias? Bien, para comprenderlo hemos de pensar en unos tejidos existentes entre los huesos de la columna vertebral que disponen de una textura blanda y de un revestimiento exterior duro y que actúan como amortiguadores, adaptándose según el movimiento que realizamos (esto son los discos, y lo que ocasionan las llamadas hernias discales). En ocasiones se desgarran, dejando que ese tejido blanco salga fuera, dicho tejido puede presionar los nervios y producir dolor, al mismo tiempo que pierde capacidad amortiguadora.
2. ¿Por qué padecemos de hernias discales?
Básicamente, una hernia discal aparece con los años. A medida que nos hacemos mayores, la columna es menos flexible, se vuelve un poquito más rígida y los ligamentos que rodean los discos, a veces, pueden desgarrarse. Estos discos también se hacen más rígidos porque pierden hidratación y se degeneran. Sufrimos dolor y no sabemos a qué se debe, de ahí que valga la pena conocer los síntomas.
3. Síntomas de una hernia discal
En primer lugar debes saber que dependiendo de qué zona del cuerpo te duela, nos indicará en qué lugar puede hallarse tu hernia. Es importante.
Si sufres en tus piernas, si tienes cosquilleos, se te duermen, las notas pesadas, es muy posible que la hernia se encuentre en la zona lumbar. Si sientes molestias en la parte media de la espalda, es probable que se trate de una hernia dorsal. Y si notas tensión y sufrimiento en el cuello e incluso en la zona de los brazos, es posible que padezcas de una hernia cervical.
Síntomas de la Hernia Discal Cervical: dolor de cuello, sentirlo como rígido, sin poder moverlo a ambos lados, calambres en el cuello que bajan hasta los hombros y brazos… puedes tener incluso mareos y desmayos. Además de estas realidades, es común que se te duerman por las noches los brazos y las manos, incluso puede costarte cargar pesos, de pronto te sientes débil y se te caen las cosas… es muy molesto e incapacitante.
Síntomas de la Hernia de Disco Lumbar: en este caso, el dolor se centra en la zona baja de la espalda, ahí donde sentimos un extraño ardor, un calor fuerte que hace que tengamos que llevar la espalda muy recta, casi tiesa. Una rigidez muscular que se acompaña de calambres que pueden llegar hasta tus piernas. Es lo que se conoce como dolor irradiado, o incluso ciática. Son muchas las personas que comentan que a veces, sienten incluso dolor en los pies, hormigueo, debilidad e incluso incontinencia. Es un caso muy extremo pero también puede darse, y si te ocurre, debes acudir al médico de inmediato.
Los médicos nos hablan también del dolor irradiado. ¿Qué significa esto? Bien, es cuando tenemos dolor en una parte del cuerpo pero sin embargo, la hernia se encuentra en otro sitio. Es el ejemplo de tener por ejemplo una hernia en la espalda y sentir dolor en las piernas. Es un problema que se centra sobre todo en un disco intervertebral. Es muy común por ejemplo sentir dolor en los glúteos, un ardor que se extiende desde nuestro trasero hasta la parte interna de la pierna. Si te ocurre, debes saber que tal vez tengas una radiculopatía. Pero será siempre nuestro médico quién nos de el diagnóstico.
4. ¿Cuándo debo buscar ayuda médica?
El dolor que ocasiona cualquier tipo de hernia discal va a evitar que podamos hacer vida normal. No podrás andar con normalidad, trabajar o incluso cargar pesos. Tendrás dificultades para dormir e incluso te costará sentarte en una silla.
Si estos síntomas te duran dos semanas seguidas, acude al médico para que te hagan las pruebas pertinentes con las cuales obtener un diagnóstico.
Pero ahora bien, los médicos nos indican que deberemos ir de urgencias si llegas a presentar incontinencia urinaria o de control de esfínteres. En este caso, dicha hernia está dificultando las funciones normales de nuestro cuerpo y ahí ya existe una clara gravedad que debe ser resuelta.
Por lo general, se recurre a las intervenciones quirúrgicas. Pero no debes preocuparte, siempre se resuelven con bastante éxito y te permiten poder volver a tener tu vida normal. Así que ya lo sabes, atiende tus síntomas, tus dolores, y no dudes en consultar con tu médico cualquier indicio que percibas. Tu calidad de vida lo merece.
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